Increíble inequidad de Internet

Por Lykke E. Andersen, Ph.D. y Fabián Soria *

Según el último Censo Nacional de Población y Vivienda de Bolivia (2012), sólo el 9,6% de los hogares tiene acceso a Internet (ya sea fijo o inalámbrico). Teniendo en cuenta que la Constitución Política del Estado Boliviano toma en cuenta a las telecomunicaciones (incluyendo Internet) en la misma categoría que el agua, el saneamiento y la electricidad; como derechos humanos básicos, de todas formas la cobertura es terriblemente baja.

La principal razón para la baja cobertura es el alto costo de este servicio. Incluso después de la nacionalización del sector de las telecomunicaciones (2008) y la inversión de USD 300 millones en nuestro propio satélite de telecomunicaciones, Tupac Katari (2013), los servicios de Internet en Bolivia siguen siendo irregulares, caros y lentos, en comparación con otros países de la región. Para la mayoría de los bolivianos, tener Internet en casa es simplemente inalcanzable.

La figura 1 muestra que, para una persona promedio en Bolivia, una hora de trabajo compraría menos de 1 día de conexión a Internet, a una velocidad de apenas 1Mbps (Megabits por segundo). Mientras que, la persona promedio en los «países desarrollados», como Holanda, Corea del Sur, Dinamarca y China podrían pagar varios años de este tipo de servicio por únicamente una hora de trabajo.

Figura 1: Poder Adquisitivo de Internet (días de servicio a una velocidad de 1 Mbps que pueden comprarse con una hora de trabajo), así como velocidad promedio de descarga y costo promedio por Mbps.

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Fuente: elaboración propia en base a una encuesta entre amigos de Facebook (y amigos de amigos) en febrero de 2015. Notas: Los cálculos son aproximados y con base en un número muy limitado de observaciones en cada país (por lo general, solamente una). La velocidad de descarga fue medida por todos los participantes utilizando http://www.speedtest.net. El salario promedio por hora se calculó a partir del Ingreso per cápita nacional. La mayoría de los participantes se encuentran en ciudades principales y, por lo tanto, sus datos pueden no ser representativos para todo su país. En algunos lugares, la televisión por cable está incluida en el precio.

El precio efectivo de Internet se determina por tres factores principales ilustrados en la Figura 1. En primer lugar, el pago mensual que se realiza por los servicios de Internet, que es muy similar en todos los países, con un promedio de alrededor de USD 40 por mes. En segundo lugar, la velocidad del servicio, que varía enormemente de un país a otro, partiendo de menos de 1 Mbps, en algunos países de África, a más de 100 Mbps en algunos países de Europa. En tercer lugar, el nivel de ingresos, que también varía por un factor de 100, a partir de USD 610/año en Mozambique, a USD 61,860/año en Dinamarca (sólo dentro de nuestra muestra de amigos).

El problema es que las compañías de Internet cobran el mismo precio por una conexión de 1 Mbps en un país pobre con un PIB per cápita de USD 600, como por una conexión de 100 Mbps en un país rico con un PIB per cápita de USD 60.000. Por este motivo, el precio efectivo (en términos de cuánto tiene que trabajar la gente para recibir un servicio similar) varía en un factor de varios miles en distintos países. Por lo tanto, Bolivia y algunos países de África tienen precios de Internet terriblemente caros, mientras que el costo es, básicamente, irrelevante en países como Holanda, Corea del Sur y Dinamarca. La alta desigualdad en los ingresos combinados con la alta desigualdad en la calidad de servicios de Internet genera una increíblemente alta desigualdad en el acceso a Internet.

Lamentablemente, esta situación no es fácil de mejorar. El Gobierno boliviano entiende lo importante que es el buen acceso a Internet y ha mostrado su disposición a hacer lo que sea necesario para mejorar la situación (incluida la nacionalización de las empresas de telecomunicaciones, el lanzamiento de un satélite de telecomunicaciones de 300 millones de dólares y proporcionar Internet gratis en zonas públicas estratégicas como aeropuertos, escuelas, plazas populares y autobuses).

Sin embargo, hay un obstáculo en cuanto a Internet que el Gobierno podría enfrentar. La baja velocidad de servicios de Internet en Bolivia se debe principalmente a la falta de conexiones de fibra óptica de alta velocidad. El satélite ayuda a proporcionar el acceso, pero básicamente sólo propaga el mismo Internet lento por Bolivia. Debido al reducido mercado, es poco realista esperar que las empresas privadas inviertan para brindar una velocidad más alta a sus usuarios, instalando una red de fibra óptica de última generación, que conecte todo el territorio y que una a los países vecinos. Esta sería una excelente inversión para el Gobierno ya que, una vez instalada esta red, los proveedores de Internet locales podrían conectarse a ésta y proporcionar un acceso más rápido y más barato para todos.

Un agradecimiento especial a Más y Mejor Internet para Bolivia y otros amigos por ayudarnos a recolectar información a través de las redes sociales.

*Lykke E. Andersen, Ph.D., Directora del Centro de Modelación y Análisis Económico-Ambiental (CEEMA) e Investigadora Senior de INESAD, La Paz, Bolivia. Fabian Soria es consultor en desarrollo social e Investigador Asociado de INESAD, en Washington, D.C.

 

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