Pobreza y Desigualdad

Efectos de la pandemia de COVID-19 sobre la mortalidad infantil en países en vías de desarrollo

Por: Marcelo Cardona M.Sc.*

Las recesiones económicas en 129 países de ingresos bajos y medianos del mundo debido a las distintas medidas relacionadas con la pandemia COVID-19, cierres de fronteras y más; pueden haber matado a cientos de miles de niños menores de cinco años en el primer año de la pandemia.

Los hallazgos, publicados el 23 de febrero en la revista científica PLOS One, arrojan luz sobre un número oculto de muertes por COVID-19: niños pequeños que mueren no por la enfermedad, sino por las interrupciones en las entregas de alimentos y medicamentos, clínicas de salud cerradas y retrasos en las vacunas infantiles que son resultado de las precauciones tomadas para reducir la propagación del virus. Se estima que casi la mitad del exceso de muertes de niños ocurrió en el África subsahariana.

«Este es un grupo que es muy sensible a las crisis económicas y su situación no se discute», dice Joseph Millward, Analista Senior de Datos de Investigación en el Centro Johns Hopkins para Programas de Comunicación, y uno de los autores del nuevo estudio. “Muchos de los países de nuestro análisis tienen poblaciones relativamente jóvenes con escaso acceso a viviendas estables, agua potable, alimentación y atención primaria. La salud de estos niños es altamente susceptible a las reducciones en el bienestar económico de sus familias. Estos son efectos secundarios de la pandemia.”

Los investigadores creen que este es el primer artículo que proporciona estimaciones del impacto de la mortalidad de COVID-19 en los niños atribuible a la pérdida económica. Se llevó a cabo utilizando datos de los Indicadores de Desarrollo Mundial del Banco Mundial y las Perspectivas de Poblaciones Mundiales de las Naciones Unidas.

El modelo creado por los investigadores analizó las muertes adicionales que se esperan en 2020 en niños menores de 5 años con un rango de tasas de recesión: una reducción del 5 %, 10 % y 15 % en el producto interno bruto (PIB) en cada uno de los 129 países de ingresos medios-bajos. En el caso más conservador, con una reducción del PIB per cápita del 5 por ciento, los investigadores estimaron que se perdieron entre 279.000 y 286.000 vidas adicionales de niños menores de 5 años debido a los efectos indirectos de las recesiones económicas relacionadas con la pandemia COVID-19 en 2020. En el caso boliviano, ante una reducción del 5% del PIB se estima que la cifra de muertes de menores de 5 años llega a 30.000 niños. Con un 10 por ciento y un 15 por ciento, las recesiones conducirían a mayores pérdidas de vidas en niños menores de 5 años, aumentando a 585.802 y 911.026 muertes adicionales, respectivamente.

Los efectos económicos en la salud infantil son independientes de si los niños contraen COVID-19. Durante los confinamientos, los niños no pudieron recibir tratamiento para diferentes enfermedades infecciosas, recibir inmunizaciones de rutina y no pudieron asistir a la escuela. Esto podría tener graves consecuencias socioeconómicas no solo ahora, sino a corto y largo plazo, ya que se ha puesto en peligro el desarrollo de los niños.

El Fondo Monetario Internacional estima que la economía mundial se contrajo un 4,4 % en 2020 en comparación con una contracción de solo un 0,1 % en 2009, durante la crisis financiera conocida como la Gran Recesión. Se prevé que las recesiones económicas de 2020 reviertan una tendencia sostenida de disminución de la pobreza mundial, y se espera que, como resultado, entre 42 y 66 millones de niños adicionales caigan en la pobreza extrema. La mayor parte de este aumento de la mortalidad infantil se manifiesta a través de efectos adversos en la dieta, el medio ambiente y la búsqueda de atención médica. Esto es particularmente importante ya que los países de ingresos medios-bajos enfrentan problemas de inequidad en las vacunas y los efectos adversos de la paralización de las actividades económicas.

Una recomendación clave es instar a los formuladores de políticas y otros actores de la salud pública a que no sólo centren sus programas y políticas en los efectos directos de la COVID-19, sino que también aseguren inversiones continuas en la suplementación alimentaria, el control del crecimiento y la atención primaria de la salud integral para mitigar un mayor impacto en niños. Existe evidencia científica que señala lo importante que es la confianza y la transparencia de un gobierno para involucrar a una comunidad en la respuesta de salud pública.

El aumento de las tasas de vacunación ayudará a abrir las economías que permanecen bajo las restricciones de COVID-19 y paralelamente, ayudará a proteger a los niños más pequeños. Cuanto más tiempo persistan las bajas tasas de vacunación, mayor será el riesgo de que la salud de los niños se vea afectada negativamente por posibles interrupciones de la actividad económica. Garantizar el acceso a las vacunas y trabajar con las comunidades y las personas para impulsar la aceptación de éstas son pasos fundamentales para mitigar los efectos directos e indirectos futuros de la pandemia.

Este Blog ha sido redactado a partir del Documento de Investigación: Estimated impact of the 2020 economic downturn on under-5 mortality for 129 countries, de PLOS One.

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*Investigador de ROCKWOOL Foundation (Dinamarca) e Investigador Asociado de INESAD, mcc@rff.dk

Los puntos de vista expresados en el blog son de responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan la posición de sus instituciones o de INESAD. 

¿Cuántos y quiénes fueron los más afectados por el COVID-19 en Bolivia?

Por: Beatriz Muriel H., Ph.D* y Sergio Mansilla**

La pandemia COVID-19 se ha propagado de manera masiva a nivel mundial desde 2020, con el número ascendente y exponencial de contagios. Diversas instituciones se han dado a la tarea de recopilar información para contabilizar los casos diarios y publicarlos vía internet[1]. Sin embargo, los registros subestiman la verdadera magnitud del problema; dado que muchas personas son asintomáticas, o presentan síntomas leves, e incluso fuertes, pero no hacen ninguna prueba para detectar la enfermedad. Para corregir esto, varios autores han realizado diversas estimaciones. Lau et al. (2021)[2], por ejemplo, calculan que, en promedio para Estados Unidos y algunos países asiáticos y europeos, hubo aproximadamente 17 casos por cada caso oficialmente reportado en marzo del año 2020; y Ribeiro y Bernardes (2020)[3] estiman una razón de aproximadamente ocho a uno para Brasil.

En el caso Bolivia, es posible contar con una mejor aproximación de las personas que tuvieron COVID-19 a partir de la Encuesta de Hogares 2020. Para esto se considera que una persona estuvo contagiada del coronavirus si: 1) tuvo síntomas de COVID-19 pero no se hizo la prueba; 2) tuvo síntomas y dio positivo en su prueba; 3) tuvo síntomas y dio negativo o no sabía el resultado de su prueba, pero necesitó medicamentos para el tratamiento de COVID-19; 4) no tuvo síntomas pero dio positivo en su prueba; 5) no tuvo síntomas y dio negativo o no sabía el resultado de su prueba, pero necesitó medicamentos para tratarse el COVID-19[4]. Las personas que no tuvieron síntomas y no se hicieron la prueba no son incluidas en la categoría de contagios, ya que no existe información para saber si utilizaron medicamentos para tratar el coronavirus o si son asintomáticos.

De acuerdo a los criterios señalados, se estima que 398 mil personas tuvieron COVID-19, al 22 de diciembre de 2020 -fecha final de levantamiento de datos de la encuesta-; lo cual se contrasta con los 151 mil casos que se reportaron hasta esa fecha vía datos oficiales[5]. Esto resulta en una razón de aproximadamente 3 casos estimados por cada caso reportado.

La Tabla 1 presenta los casos de contagios o no de COVID-19 para la Población en Edad de Trabajar (PET) –i.e. personas de 14 o más años de edad- y su división en la Población Económicamente Activa (PEA) y la Población Económicamente Inactiva (PEI). De acuerdo con las estimaciones, el 4% de la PET contrajo la enfermedad; siendo el porcentaje mayor en la PEA (5%) que en la PEI (3%). Esto es consistente con la hipótesis de que las personas que han trabajado (o buscado trabajo) han estado más expuestas al coronavirus; mientras la PEI ha podido tener menos actividades fuera del hogar.

Tabla 1: PEA, PEI y PET por contagio de COVID-19 y características sociodemográficas, 2020

(Participación porcentual)

Fuente: Estimaciones de los autores a partir de la Encuesta de Hogares 2020, Instituto Nacional de Estadística.

En general, los porcentajes de contagio por sexo son mayores para los hombres que para las mujeres, lo cual corrobora la teoría de que el sistema inmunológico de las mujeres es algo mejor frente a exposiciones de cargas virales (como en el caso de la PEA).

Las tasas de contagio en las áreas urbanas son destacablemente más altas que en las rurales; sobre todo para la PEA. Esto puede deberse a la baja densidad poblacional en las zonas rurales, con menor exposición a entornos virales principalmente en los lugares de trabajo; y también por la menor movilidad de personas, sobre todo en los meses de las cuarentenas (rígidas y dinámicas).

En el caso de los rangos de edad, la tasa de contagio de las personas entre 30 y 49 años de la PEA es la más alta (6,1%); lo que, potencialmente, puede ser explicado por una mayor exposición al coronavirus por el trabajo, mayores posibilidades de realizarse las pruebas y mayor probabilidad de contagio en comparación a los jóvenes, entre otros. Sin embargo, en la PEI resalta el mayor porcentaje de personas contagiadas en el último grupo etario de análisis (50 años o más) con el 4,1%; lo que posiblemente se asocia con la inclusión en este grupo de los adultos mayores –que fueron catalogados como de alta vulnerabilidad frente a la pandemia–.

Finalmente, la Tabla muestra que la población pobre fue menos afectada que la no pobre por la pandemia, lo cual se contrapone a varios discursos realizados a nivel mundial. Este resultado responde, en buena medida, al hecho de que la PET pobre en Bolivia está concentrada en las áreas rurales, con la PEA mayoritariamente en la producción agropecuaria. Con todo, es posible que desde finales de diciembre estas brechas se hayan modificado, una vez que las medidas de aislamiento se redujeron y se masificó la movilidad de las personas por las fiestas de fin de año, el aumento del comercio y las campañas políticas.

Referencias:

[1] Ver, e.g., https://github.com/CSSEGISandData/COVID-19, https://ourworldindata.org/coronavirus-data, https://en.wikipedia.org/wiki/COVID-19_pandemic

[2] Lau, H., Khosrawipour, T., Kocbach, P., Ichii, H., Bania, J., y Khosrawipour, V. (2021). Evaluating the massive underreporting and undertesting of COVID-19 cases in multiple global epicenters. Pulmonology, 27(2), 110-115.

[3] Ribeiro, L. C., y Bernardes, A. T. (2020). Estimate of underreporting of COVID-19 in Brazil by acute respiratory syndrome hospitalization reports (No. 010). Cedeplar, Universidade Federal de Minas Gerais.

[4] En esta aproximación se trata de excluir los falsos negativos en las pruebas de COVID-19.

[5] Ver https://news.google.com/covid19/map?hl=es-419&mid=%2Fm%2F0165v&gl=US&ceid=US%3Aes-419

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Directora Ejecutiva e Investigadora Senior de INESAD, beatriz_muriel@hotmail.com, bmuriel@inesad.edu.bo

** Investigador Junior de INESAD, smansilla@inesad.edu.bo

Los puntos de vista expresados en el blog son de responsabilidad de los autores y no necesariamente reflejan la posición de sus instituciones o de INESAD. 

 

Doble Aguinaldo ¿Bendición o Maldición?

Por Beatriz Muriel H., Ph.D*

En días pasados, el Presidente de Bolivia oficializó el pago del segundo aguinaldo para el año 2018. La medida deviene de la hipótesis de que frente a un entorno de crecimiento económico destacable, los trabajadores deben compartir los mayores ingresos de este desempeño; que se reflejan en los mejores retornos de las empresas.

Esta hipótesis se remonta a algo más de 150 años atrás, donde Marx dividió a los actores económicos en capitalistas, usualmente los que acaparan todas las rentas del negocio, y obreros. En su libro “El Capital” definió la plusvalía (p) como los beneficios del capitalista tras descontar todos los costos de producción: capital constante (c) derivado de los medios de producción e inversión, y capital variable (v) correspondiente al trabajo. De esta manera: p=m – c – v; donde m es el valor de la mercancía. Aún más, Marx determinó la tasa de plusvalía o explotación t=(p/v)´100; es decir que si p=100 y v=100 entonces la tasa de explotación sería del 100%. Bajo esta teoría, si p aumenta (e.g. por el supuesto resultado del crecimiento económico) entonces se deben tomar medidas para que v también aumente; caso contrario la tasa de explotación aumenta. Por este motivo el doble aguinaldo parecería ser una ¡BENDICIÓN! para los obreros.

Desde mi perspectiva, posiblemente coincidente con mucha gente, Marx fue un gran pensador para su época. Sin embargo, la ciencia económica ha avanzado de manera importante en los últimos 150 años y sería muy sesgado pensar que las relaciones obrero-capitalistas son actualmente “à la Marx”. Al respecto se pueden mencionar muchísimos aspectos, desde que estas relaciones no son lineales hasta que p puede ser una función creciente de v, pero en este artículo quiero enfocarme en algunos factores que son relevantes para el tema tratado.

En primer lugar, la división de las relaciones laborales entre obreros y capitalistas es poco aplicable al caso de Bolivia; ya que el mayor porcentaje (46,3%) de la población trabajadora es al mismo tiempo obrera y capitalista, i.e. cuenta propia, cooperativista o patrón trabajador (ver Gráfico 1). Para ellos, su ingreso laboral se confunde con su renta capitalista y no tiene sentido que se auto-paguen aguinaldo. Los trabajadores familiares y aprendices sin remuneración, que componen el 17,8%  de la población ocupada, no reciben ningún salario ya que trabajan usualmente en sus unidades productivas. Esto quiere decir que algo más de 64 de cada 100 trabajadores están totalmente al margen de cualquier normativa relativa al doble aguinaldo.

Bolivia: Trabajadores por Categoría Ocupacional y Tenencia de Aguinaldo, 2017

(Participación porcentual)

Fuente: Elaboración EMINPRO – INESAD en base a datos del Instituto Nacional de Estadística, Encuesta de Hogares 2017.

 

Aún más, un 19,7% de los trabajadores asalariados no reciben aguinaldo -ya sean del sector público o del privado- ya sea porque trabajan a destajo o por contrato fijo, por lo que la aplicación de la medida se reduce a apenas el 16,2% de la población ocupada.

En segundo lugar, es importante saber que todas las variables de la ecuación de Marx (p, m, c y v) son endógenas; es decir, dependen unas de otras así como de otras variables económicas. Este hecho es fundamental porque, por ejemplo, es prácticamente imposible que los capitalistas puedan incrementar m, de tal manera que p aumente manteniendo c y v constantes. Un caso muy sencillo de entender esto es considerar que m es igual a las ventas de chompas (precio por cantidad), por lo que una mayor producción de estas necesariamente implica que se requieren más trabajadores y más capital y, por lo tanto, c y v aumentan. Además, en mercados competitivos p puede incrementar en un corto plazo pero regresa a su valor anterior al aumento de la producción, dadas las fuerzas del sistema económico (los incrementos de las diferentes variables se compensan).

El problema es entonces cuando se quiere aumentar v artificialmente, como el doble aguinaldo, lo que puede resultar ser una ¡MALDICIÓN! Esto ocurre principalmente porque el capital y el trabajo están relacionados; es decir, la mayor cantidad de chompas puede estar asociada a una mayor compra de máquinas de tejer y despidos (o no contrataciones) de trabajadores bajo la amenaza del pago del doble aguinaldo. Una segunda opción del capitalista puede ser internalizar este costo laboral adicional en el mismo salario en futuras contrataciones, de tal manera que este beneficio se diluye con peores condiciones para la población ocupada y mayor desempleo, auto-empleo o precariedad laboral.

Los datos apuntan a que el doble aguinaldo se ha constituido en un privilegio para pocos y en una maldición para muchos. Un ejemplo de ello es que, pese a que la economía sigue creciendo de manera destacable de acuerdo a datos oficiales, en el año 2012, antes de esta medida, más trabajadores recibían doble aguinaldo (18,2%). Claro está cabe hacer análisis de causalidad rigurosos para comprobar esta hipótesis.

*Directora ejecutiva e investigadora Senior de INESAD, bmuriel@inesad.edu.bo. Las opiniones expresadas en los artículos del Blog Desarrollo Sobre la Mesa pertenecen a los autores y no necesariamente reflejan la posición oficial de la Fundación INESAD.

¿Dónde están los bolivianos extremadamente pobres?

landersenPor: Lykke E. Andersen*

Evo nos preguntó hace unos días ¿dónde está la pobreza extrema en Bolivia? (1). En este blog voy a responder a esta pregunta de la forma más precisa que puedo, dado que no existen datos exactos ni actualizados.

El último censo de población y vivienda (2012) es la mejor fuente de datos para responder la pregunta de manera detallada, pero el censo no tiene información sobre ingresos. En vez de ingresos, usamos una serie de indicadores que están relacionados con diferentes dimensiones de pobreza (falta de poder y voz, falta de oportunidades y elección, y falta de recursos). Específicamente, hemos escogido 9 indicadores, cada uno de los cuales indican una limitación importante para un hogar. Estos 9 indicadores están señalados en el Gráfico 1, lo cual muestra que:

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Reflexiones sobre la igualdad de género: logros alcanzados y el camino que queda por recorrer

Por Anna Sophia Doyle*

El Día Internacional de la Mujer se celebra el 8 de marzo y el tema de este año es «Por un Planeta 50-50 en 2030: Demos el paso para la igualdad de género». Aunque todavía queda mucho camino por recorrer para lograr esa meta, la realidad para las mujeres en el 2016 es drásticamente distinta a la de nuestras abuelas y bisabuelas. La potenciación política y económica de las mujeres ha sido un de los logros más importantes del último siglo. Millones de mujeres lucharon por su derecho al sufragio a comienzos del siglo y la siguiente generación acudió masivamente a las fábricas para contribuir a los esfuerzos que ayudaron a ganar la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, las mujeres participan activamente en lugares de trabajo, están al mando de naciones y corporaciones multinacionales y se les reconoce por sus grandes contribuciones a las artes, la ciencia, el deporte y prácticamente todos los ámbitos de los logros de la humanidad. Leer Más »

¿A quiénes beneficia la Bonanza Económica?

Por Beatriz Muriel, Ph.D. *

La bonanza económica que ha experimentado Bolivia durante los últimos diez años es ya bien conocida por todos; donde las razones se asientan desde el fuerte incremento de los precios de las materias primas hasta la nueva Ley de Hidrocarburos que permitió más recursos para el país. Sin embargo, en esta coyuntura hubieron muchos ganadores; pero lamentablemente también  perdedores ¿Quiénes son?

Una forma de analizar esto es a través de los trabajadores formales e informales; medidos aquí de acuerdo a su afiliación o no a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).

La Tabla 1 presenta las tasas de crecimiento real (es decir, tomando en cuenta el aumento del costo de vida) promedio anual de los ingresos laborales por hora entre 2002 y 2012. En el caso de los trabajadores informales (no afiliados a las AFP), éstas han sido positivas, siendo la más importante el crecimiento de los ingresos en las zonas rurales (7.61%). Esta es, sin duda, una ¡muy buena noticia!; inclusive porque, en general, los retornos laborales de esta mano de obra han sido bajos. Aún, en el año 2012, en promedio, ellos tenían un ingreso por hora bajo (Bs. 3.63) comparado con sus semejantes urbanos (Bs. 10.45). Leer Más »

Dichos y Hechos de la Discriminación

Por Beatriz Muriel, Ph.D. *

Al respecto de los acontecimientos recientes en la zona sur de La Paz, la discriminación ha venido constituyéndose en un tema álgido y candente en varias esferas socioculturales. Sin embargo, como en el caso de la economía, las discusiones se vuelven emocionales y, en muchos casos, caen en el error de categorizar varios otros problemas que necesitan soluciones urgentes -y que no se entienden cabalmente- como “discriminación”.

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Bonanza económica, pobreza, desigualdad e incentivos para la educación

Por Luis Carlos Jemio, Ph.D. *

Bolivia ha disfrutado en los últimos años de una bonanza económica extraordinario, originada fundamentalmente por los altos precios de las materias primas que exporta el país en los mercados mundiales. Esta bonanza ha tenido efectos macroeconómicos positivos importantes sobre el crecimiento del producto, nivel de ingreso per cápita, finanzas públicas, incidencia de la pobreza y desigualdad. Según el Banco Mundial, la incidencia de la pobreza moderada se redujo de 47,8% en 2007 a 29,5% en 2012, mientras que la incidencia de la pobreza extrema cayó de 30,8% en 2007 a 17,0% en 2012. Según la misma fuente por otra parte, el coeficiente de Gini en Bolivia se redujo de 0,554 en 2007 a 0,466 en 2012. Leer Más »

Seguridad Ciudadana: Una Dimensión Necesaria para Evaluar el Desarrollo

Por Beatriz Muriel H.*

La seguridad ciudadana es un derecho social que ha venido adquiriendo cada vez mayor importancia en las agendas socioeconómicas de desarrollo en varios países en desarrollo. Esta preocupación no es ciertamente trivial ya que, por ejemplo, queda poco relevante el apoyo en alimentación, salud, educación y techo a un niño que padece de violencia física en la familia y que, además, decide escapar del hogar por este motivo a pesar de los servicios públicos de los que pueda beneficiarse.

El caso de Bolivia no es ajeno a esta realidad. De acuerdo a la Encuesta de “Percepción de Inseguridad y Evaluación de las Instituciones de Seguridad Ciudadana” realizada por el Ministerio de Gobierno, por ejemplo, alrededor de 4 de cada 10 personas de las ciudades principales (La Paz, Santa Cruz, El Alto y Cochabamba) apunta a la inseguridad ciudadana –y la delincuencia asociada– como el principal problema del país; mientras que el resto señala otros factores socioeconómicos e institucionales (pobreza, desigualdad, corrupción, desempleo, etc.). Leer Más »

Una visión de género de las elecciones en Venezuela

Natasha MoralesPor: Natasha Morales

En los últimos días han sido muchos los artículos que se han escrito para comprender el resultado de las elecciones nacionales del 7 de Octubre en Venezuela. Si uno pone en google “por qué ganó Chávez?” aparecen un sinnúmero de revistas y periódicos nacionales e internacionales con distintas visiones fundamentalmente políticas, económicas y sociales. Sin embargo, existe también factores demográficos que favorecieron la reelección de Chávez, y tiene que ver con los cambios que se dieron en la población en los últimos 10 años que, paralelamente han coincidido con un conjunto de políticas estatales que habrían favorecido esta elección.

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