Por Boris Branisa, Ph.D.
Hoy 11 de octubre de 2016 celebramos nuevamente el día de la mujer boliviana, recordando el nacimiento de la escritora Adela Zamudio en 1854. Zamudio es reconocida como la iniciadora del pensamiento feminista en Bolivia (Lema, Choque y Jiménez, 2006).
Es importante ubicarnos actualmente en el contexto internacional referido a la agenda internacional de desarrollo y definir algunos desafíos a futuro. En el año 2015 se registró un momento histórico: los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible como un conjunto de objetivos que pretenden nada menos que transformar el mundo. La Cumbre adoptó los 17 objetivos de desarrollo sostenible y las 169 metas para proseguir y perfeccionar la labor que se inició a nivel mundial con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Cabe aquí destacar que tanto la igualdad de género como el empoderamiento de mujeres y niñas son elementos centrales y transversales en la Agenda 2030. Además, el Objetivo 5 de los ODS pone un énfasis particular al señalar que se debe “lograr la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”.
Existe una deliberación intensa a nivel internacional sobre los datos e indicadores requeridos para efectuar el seguimiento a los ODS y a las metas hasta el 2030, desde la perspectiva de género. Una reflexión particularmente interesante para Bolivia es la realizada por ONU Mujeres y publicada con el título “Monitoreo de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030: oportunidades y retos para América Latina y el Caribe” (ONU Mujeres, 2015). La publicación resalta dos temas sustantivos que tradicionalmente no han sido contemplados en la producción regular de estadísticas y que requieren atención: 1) el empoderamiento económico de las mujeres, a partir de su conexión con el uso del tiempo y el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado y 2) la violencia contras las mujeres y las niñas.
En este breve texto deseamos concentrarnos en el primer punto. Una revisión de la información disponible nos permite constatar lo siguiente. Primero, actualmente no existen datos disponibles representativos y actuales para Bolivia sobre el uso detallado del tiempo para hombres y mujeres (Aguirre y Ferrari, 2014). Segundo, sí existen datos recientes al menos sobre el tiempo promedio destinado al trabajo remunerado y no remunerado de la población de 15 años de edad y más, por sexo, para 10 países de América Latina, como se observa en el siguiente gráfico, obtenido del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL (CEPAL, 2016).
Figura 1: Tiempo total de trabajo en América Latina (10 países): Tiempo promedio destinado al trabajo remunerado y no remunerado de la población de 15 años de edad y más, por sexo, según país, último período disponible (Promedio de horas semanales)
Fuente: CEPAL. Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe. http://oig.cepal.org. Sobre la base de encuestas de hogares de los países. Banco de Datos de Encuestas de Hogares (BADEHOG).
Nota: Tiempo de trabajo total es la suma del tiempo de trabajo remunerado y el tiempo de trabajo no remunerado. El trabajo remunerado se refiere al trabajo que se realiza para la producción de bienes o prestación de servicios para el mercado y se calcula como la suma del tiempo dedicado al empleo, a la búsqueda de empleo y al traslado al trabajo. El trabajo no remunerado se refiere al trabajo que se realiza sin pago alguno y se desarrolla mayoritariamente en la esfera privada. Se mide cuantificando el tiempo que una persona dedica a trabajo para autoconsumo de bienes, labores domésticas y de cuidados no remuneradas para el propio hogar o para apoyo a otros hogares.
Más que una comparación entre países, aquí es relevante la comparación al interior de cada país del tiempo promedio destinado al trabajo remunerado y no remunerado por mujeres y hombres. ¿Qué conclusión principal podemos sacar del gráfico? Supongo que no es una sorpresa para la mayoría: En todos los países para los que hay datos son las mujeres quienes en promedio dedican la mayor parte de su tiempo al trabajo no remunerado. Esto tiene relación, entre otras cosas, con el empoderamiento económico de las mujeres y con su inserción en el mercado laboral.
Si aceptamos que la situación en Bolivia probablemente sigue la tendencia de la región, éste es un gran desafío y un tema fundamental que deberíamos analizar detenidamente para tratar de entender sus causas y efectos, no solamente para las mujeres, sino para la sociedad y para la economía en su conjunto. Por supuesto, el primer paso es poder contar con datos representativos y actuales sobre el uso del tiempo de las mujeres y hombres en Bolivia, y más concretamente sobre:
- El promedio de horas dedicadas a tareas domésticas no remuneradas, por sexo, separando el trabajo doméstico del cuidado de los hijos.
- El promedio de horas dedicadas a tareas remuneradas y no remuneradas combinadas (volumen de trabajo total), por sexo.
¡Feliz día a todas las mujeres bolivianas!
Referencias
Aguirre, R., y Ferrari, F. (2014). Las encuestas sobre uso del tiempo y trabajo no remunerado en América Latina y el Caribe: caminos recorridos y desafíos hacia el futuro. CEPAL.
Lema, A.M.; Choque, M.E. y Jiménez, M. (2006). La participación de las mujeres en la historia de Bolivia. La Paz: Coordinadora de la Mujer.
ONU Mujeres (2015). Monitoreo de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030: oportunidades y retos para América Latina y el Caribe.
CEPAL (2016). Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe. http://oig.cepal.org [Acceso en octubre de 2016]
* Boris Branisa, Ph.D. en economía, es Investigador Senior de la Fundación INESAD. Email: borisbranisa@gmail.com
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