Usualmente la discusión sobre el tema hidrocarburífero está concentrada en aspectos de oferta, la producción, inversiones, exportaciones e impuestos son temas que generan un amplio y, generalmente, encendido debate. Sin embargo, en esta oportunidad quiero concentrarme en aspectos de demanda, en particular, la demanda de gas natural en Bolivia. Para ello utilizaré los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística en las Encuestas de Mejoramiento de Condiciones de Vida (MECOVI).
La tarea es cruzar los resultados de la pregunta «Qué combustible utiliza para cocinar» con el ingreso per cápita reportado por los Hogares, durante el período 1999 – 2005. El objetivo es entonces, analizar cuál es el nivel de ingresos de aquellas familias que utilizan gas natural en Bolivia.
A nivel general el número de familias que utiliza gas natural para cocinar se ha incrementado. Utilizando las bases de datos ya mencionadas se construye la Figura 1, en ella se muestra el porcentaje de familias que reportaron utilizar gas natural en el hogar. El crecimiento no es despreciable, el año 1999 sólo el 0.7% de las familias cocinaba con gas natural (en toda Bolivia); el año 2005 este porcentaje se incrementa a 2.5%.
Figura 1: Porcentaje de Familias que Utilizan Gas Natural para Cocinar en Bolivia |
Fuente: Encuestas de Hogares – MECOVI (1999, 2000, 2001, 2002, 2003-2004, 2005) |
Si bien el consumo de gas natural en los hogares se incrementó, desagregando esta información por quintil de ingreso los resultados no son del todo satisfactorios. Esta afirmación se fundamenta en las cifras presentadas en la Figura 2, en ella se muestra el porcentaje de familias que utilizan gas natural en la cocina, en cada quintil de ingreso. No está demás recordar que las familias situadas en el quintil 1 son las «más pobres» y las del quintil 5 las «más ricas».
Figura 2: Consumo de Gas Natural en Bolivia por Quintil de Ingreso |
Fuente: Encuestas de Hogares – MECOVI (1999, 2000, 2001, 2002, 2003-2004, 2005) |
Los resultados son evidentes, mientras las familias del quintil 5 (las «más ricas») utilizan con más frecuencia gas natural en la cocina, aquellas familias del quintil 1 (las «más pobres») no presentan un crecimiento significativo. Entonces, efectivamente las familias en Bolivia están utilizando el gas natural, pero en mayor proporción lo hacen aquellas que poseen un mayor ingreso per cápita.
¿Por qué se dan estos resultados? En Medinaceli & Zeballos (2005) (1) se proponen las siguientes respuestas: 1) En general la gente pobre en Bolivia utiliza leña y guano para cocinar (vive en el campo) por ello, políticas de expansión del gas natural a nivel urbano no repercuten directamente en su calidad de vida; 2) aún en las ciudades, la gente pobre usualmente no cocina, porque trabaja todo el día; 3) muchas familias, pese a tener instalada la acometida de gas natural en su hogar, no hacen uso de este servicio porque no tienen los recursos suficientes para reconvertir su portafolio de bienes duraderos, dicho de otra manera, las familias no tiene dinero para remodelar su cocina de GLP a gas natural. Es curioso ver cómo en algunas regiones de nuestro país, existen hogares con una flamante instalación de gas natural, pero sin servicio de alcantarillado, con piso de tierra y sin un espacio donde cocinar; finalmente, 4) el subsidio al precio del GLP hace que muchas familias no utilicen gas natural, la razón es clara, el GLP es más barato.
¿Qué se puede hacer? En un panorama con poca inversión en el sector hidrocarburos, disminución del valor de las exportaciones de gas natural, precios subsidiados en el mercado interno y problemas en la producción de hidrocarburos, es necesario, en el corto plazo, no desperdiciar ni un solo dólar. Algunas medidas que ayudarían a paliar esta situación podrían ser: 1) no insistir con la instalación de gas natural por redes en regiones donde un buen sistema de distribución de GLP podría ser más eficiente y más barato (aún con un precio del GLP sin subsidio); 2) para muchos hogares, los 20 dólares americanos necesarios para modificar su cocina resultan excesivos, por ello, buscar estrategias de financiamiento no parece una mala idea y; 3) no es prudente instalar una acometida de gas natural a una familia y no tener el gas suficiente para abastecerla, por ello, la inversión para el abastecimiento del mercado interno es casi urgente.
(*) El autor felizmente recibe comentarios a: mmedinaceli@yahoo.com .