El rompecabezas de la inversión privada

Osvaldo NinaLa tasa de inversión privada se ha mantenido casi constante durante los últimos tres años, alrededor de siete puntos porcentuales en relación al PIB. Incluso, al analizar su evolución en términos de dólares estadounidenses corrientes, se evidencia que los montos se han estancado al compararlos con los observados en el período 2004-2008, cuando la inversión privada se triplica.

El estancamiento de la inversión privada está mostrando que los inversionistas se encuentran en una situación de espera por el aumento de los riesgos, especialmente por la incertidumbre política y la ausencia de una visión de desarrollo de mediano plazo. Sobre este asunto, la teoría y la evidencia empírica señalan que este tipo de estancamiento crea expectativas pesimistas que pueden inducir a los inversionistas a retrasar sus emprendimientos, debido a la naturaleza irreversible de muchas de las inversiones.

De ser así, las medidas para reducir el riesgo percibido en los entornos macroeconómico y microeconómico pueden promover la inversión; sin embargo, las características de nuestra economía, como la escasa infraestructura, la limitada mano de obra calificada y la gestión de gobierno poco sólida, imponen aplicar reformas que reduzcan los obstáculos a la inversión privada y extranjera. Por tanto, se debería establecer prioridades de reforma con base a la magnitud de sus efectos; en particular, centrarse en las reformas que supuestamente tendrán efectos directos importantes.

El Consejo Consultivo, que fue conformado para dar seguimiento al trabajo legislativo en cuanto a la aprobación de más de setenta leyes propuestas por el Encuentro Plurinacional, tiene el desafío de proponer leyes que efectivamente incentiven la inversión de las distintas organizaciones que conforman la economía plural, estableciendo los mismos derechos, deberes y garantías para los inversionistas nacionales como para los extranjeros. En particular, asegurar la presencia de la inversión privada y extranjera en las etapas de exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de los recursos naturales estratégicos, que están bajo control y fiscalización del Estado.

Por otro lado, el Consejo Consultivo debería proponer la conformación de equipos de trabajo para identificar los obstáculos más limitantes a la inversión y concentrarse en su eliminación. Además, debería realizar un análisis de coherencia al conjunto leyes que promueverán la inversión, respetando el cumplimiento de los mandatos de la Constitución Política del Estado y los lineamientos del Modelo Económico, Social, Comunitario y Productivo. Es más, estas leyes mínimamente deberán abordar la protección de los derechos de propiedad, la calidad de la infraestructura y de las administraciones fiscal y aduanera, la simplificación y armonización de los incentivos a la inversión, y la eliminación de las condiciones discriminatorias.

En definitiva, existe la necesidad de contar con pocas leyes que incentiven la inversión generadora de empleo en vez de estar frente a una lista exhaustiva de leyes, que no serían cruciales sino distorsionadoras inesperadas en la economía.


*Director Ejecutivo de INESAD. El autor recibirá cualquier comentario al siguiente correo electrónico: onina@inesad.edu.bo

 

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