El Huracán Katrina y la Calidad del Aire en Bolivia

A finales de agosto de 2005, el huracán Katrina impactó en las costas del estado de Luisiana. Como resultado, Nueva Orleans quedó sumergida prácticamente en su totalidad.

Una de las grandes pérdidas económicas provocadas por el huracán tiene que ver con la inmensa cantidad de vehículos que quedaron sumergidos bajo el agua, que se calculan en más de 250,000 unidades (1).

Los vehículos al estar sumergidos en agua salada, no sufrieron grandes daños en cuanto a su apariencia externa, pero si, profundos daños en sus sistemas electrónicos y anticontaminación. La pregunta que sale a todas luces es: ¿Dónde están estos vehículos?

Las compañías de seguros iniciaron una búsqueda sistemática de los países que tienen políticas de importación de vehículos usados, entre las cuales encontraron a Bolivia, la cual ya llevaba una larga trayectoria de este negocio con importación de vehículos usados desde Asia principalmente. En el siguiente cuadro se presenta una relación de la importación de vehículos a Bolivia desde 1999.

Fuente: Elaboración propia en base a datos INE y RUAT


Una medida técnico – económica que no funciona.

A fin de preservar la salud de la población en el gobierno del entonces presidente Carlos D. Meza, se promulgó el DS 27341 en el que se establece la importación de vehículos usados siempre y cuando cumplan con las condiciones medioambientales. Operativamente este DS permite la implementación de un sistema de control de emisiones antes del ingreso de los vehículos al país, condición que no ataña a los vehículos con menos de 5 años de antigüedad, considerando que en este período de vida sus sistemas de control de emisiones se encuentran en perfecto estado de funcionamiento.

Es precisamente esta figura legal la que se aprovecha para introducir miles de autos denominados «coches Katrina» al país los cuales se convierten en fuentes potenciales de contaminación y más aún instrumentos de estafa y engaño a la fe pública.

Ya son varios los casos reportados de propietarios de estos vehículos que empiezan a sentir los altos costos de mantenimiento que representa tener estos coches en el sentido de que los cortes eléctricos son muy frecuentes y el óxido empieza a brotar por debajo de la pintura.

La calidad del aire, y el crecimiento del parque automotor

El crecimiento del parque automotor en Bolivia, por consecuencia de la importación de los vehículos usados «Katrina» y de origen japonés, muestra records nunca alcanzados. Además de la economía de los importadores de vehículos nuevos, quien más sufre de este problema es la salud de la población, al crecer de manera paralela el grado de contaminación atmosférica y por consecuencia los casos de Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS).

 

Fuente: Elaboración propia en base a Datos INE, RUAT e IBNORCA.


Las preguntas para los tomadores de decisiones serán: ¿estarán nuestras ciudades en la capacidad de recibir esta avalancha de autos?, ¿será una política económica adecuada la importación de autos usados?, ¿no serán mayores los costos de recuperación de la salud de la población que los beneficios de empleo en zonas francas y los ingresos por este rubro?


(*) Estudiante de Maestría en Proyectos para el Desarrollo de la Universidad Andina Simón Bolívar. Comentarios bienvenidos a newsletter@inesad.edu.bo.

(1) Cálculo realizado por el autor en base a que New Orleáns tenía más de 500,000 habitantes en año 2005 y al igual que todas las ciudades americanas supera el índice de 500 vehículos por mil habitantes.

 

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