Gas Natural en el Cono Sur: A través del mar y para la gente

M_Medinaceli

En este breve artículo se analizan aspectos generales (oferta, demanda y precios) de los mercados de gas natural del Cono Sur (1)y a guisa de conclusiones, se proponen algunas conjeturas sobre las perspectivas futuras en dichos mercados.

1. El mercado de Gas Natural

El principal productor de gas natural dentro el Cono Sur es Argentina, durante el período 1990-2006 su producción representó casi el 62% del total de la región; luego le siguen Brasil y Bolivia y, en los últimos años, la producción del Perú posee una participación interesante en el agregado. La tasa de crecimiento promedio anual de la producción total fue 5, donde se destacan Perú, con 15% y Brasil, con 7%. Curiosamente el caso Boliviano no se advierte un crecimiento elevado ya que, antes del boom exportador al Brasil, ya habían volúmenes exportados a la República Argentina.

Puesto que el gas natural está aleatoriamente distribuido geográficamente en la región, existen países exportadores e importadores netos. Ello genera un espacio para el comercio internacional de este recurso. En este sentido, la Figura 1 presenta dos cocientes: exportaciones/producción total e importaciones/producción total, siempre al interior del Cono Sur. Este indicador refleja, de alguna manera, el grado de apertura en el comercio internacional de gas natural dentro la región. Se distinguen dos períodos claros y uno incierto, el primero que abarca la primera mitad de la década de los noventa, donde la compra y venta de gas natural era estable; el segundo, desde 1998 hasta el año 2004 se caracteriza tasas elevadas de compra y venta de gas natural; finalmente, la tercera etapa aún queda incierta, no queda claro si este la pasada tendencia creciente se estancará o aún persistirá.

Figura 1: Comercio Internacional de Gas Natural en el Cono Sur
Fuente: SIEE-OLADE


¿Qué sectores impulsaron la demanda de gas natural? La respuesta depende directamente del país considerado, por ello, el análisis se realizará para cada uno de ellos. En el caso Argentino, el principal motor de crecimiento fue el transporte, en particular, el Gas Natural Vehicular (GNV), luego se sitúan la industria y el consumo residencial. Por otra parte, en Bolivia la demanda para la generación eléctrica es la principal fuente de crecimiento, luego le siguen la industria y en tercer lugar -aunque no despreciable-, la demanda por GNV. Algo que vale la pena rescatar, de estas dos economías, es que el gas natural dejó de ser fuente de energía únicamente para empresas y generadoras termoeléctricas; actualmente, con el consumo de las familias (en Argentina) y en los vehículos (en ambos países), este insumo pasó a constituirse una variable empresarial y también social.

En Brasil y Chile se observa que los sectores tradicionales, industria y generación eléctrica, son los principales motores del crecimiento. Se evidencia también que Brasil tiene una importante y no despreciable participación del GNV. Finalmente, la situación de Perú y Uruguay que, de manera similar a Brasil y Chile, presentan un mercado de gas natural «naciente» o en desarrollo.

2. Breve reseña sobre los Precios

En la Figura 2 se presentan los precios finales del gas natural para los consumidores industriales, por su parte, en la Figura 3 se destaca la misma información para los consumidores residenciales. En ambos casos se observa un patrón similar: en países importadores de gas natural sus precios tienden a incrementarse, mientras que en aquellos que son productores los precios internos de gas natural tienden a ser inferiores e inclusive a disminuir en algunos casos. Ciertamente esta distorsión en los precios generará un impacto correspondiente en el abastecimiento del mercado interno.

Figura 2: Precios del Gas Natural en el Sector Industrial
Fuente: SIEE-OLADE


Figura 3: Precios del Gas Natural en el Sector Residencial
Fuente: SIEE-OLADE

¿Por qué los precios en los países importadores tienden a incrementarse? La razón es clara y sencilla: los contratos de importación de gas natural establecen que los precios de venta deben ajustarse en función a los precios internacionales del petróleo.

3. Reflexiones sobre las Perspectivas Futuras

Con base en las cifras y tendencias comentadas en los párrafos anteriores, se pueden identificar, al menos, dos características del mercado de gas natural que pueden tener un impacto relevante en el futuro. La primera está relacionada con el equilibrio entre exportaciones e importaciones de este producto dentro la región, hasta el momento las importaciones de gas natural son iguales a las exportaciones, dicho de otra forma, todo lo que demanda la región se produce al interior de la misma. Sin embargo, debido políticas internas en los países productores e importadores, que no son tema de análisis en este documento, se espera que en el futuro las importaciones de gas natural crezcan a una tasa mayor que las exportaciones, la brecha resultante sería completada con proyectos de GNL, con gas natural del África y Asia.

Figura 4: Perspectivas futuras en el comercio internacional de gas natural


¿Qué se puede esperar en materia de precios del gas natural? Ciertamente las condiciones de arbitraje generarán que los precios de la región tiendan a alinearse a los internacionales, sin embargo, ello podría demorar algún tiempo hasta que, por lo menos, se deprecien completamente las plantas de regasificación que actualmente se construyen. La razón es clara, mientras estos proyectos de LNG recuperan su inversión, es muy probable que los precios de compra y venta pactados no incorporen la volatilidad de los mercados spot internacionales.

La segunda conjetura sobre el futuro tiene que ver con el desarrollo de los mercados de gas natural en la región. Como quedó claro mediante la observación y discusión de las estadísticas presentadas, no todos los países se encuentran con el mismo desarrollo en el uso del gas natural. Mientras algunos están en la primera etapa, con el consumo concentrado en la generación eléctrica y la industria, otros ya están más avanzados, diversificando su consumo a las familias y vehículos, también existen, por supuesto, economías intermedias. Por ello, no se espera que la demanda por este producto disminuya en el futuro y, más aún, los drivers de la misma podrán ser, además de la industria y generación eléctrica, el consumo familiar y vehicular. En este sentido, y como se adelantó al inicio de este documento, el gas natural deja de ser un problema únicamente entre gobierno y empresas.

De la última idea vertida en el párrafo anterior queda una reflexión necesaria: hasta ahora, frente al desabastecimiento de gas natural, las industrias o generadoras eléctricas pueden encontrar sustitutos al mismo, si bien caros e ineficientes, que solucionan el problema en el corto plazo. Sin embargo, cuando el consumo está diversificado a las familias (residencial y GNV) dicho desabastecimiento genera un costo social mucho más elevado, por ello, la madurez en el mercado de este producto debe estar acompañada con estrictas políticas económicas y energéticas que aseguren la provisión del mismo, en el corto y mediano plazo, permitiendo que el viejo y empolvado baúl de los recuerdos nuevamente nos muestre las ventajas de la integración.


(*) El autor felizmente recibe comentarios a: mmedinaceli@yahoo.com .


 

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