Independiente o Asalariado, ¡ He ahí el Dilema !

Todas las personas se enfrentan a disyuntivas, es decir, elecciones. Desde una perspectiva economicista, éstas se basarían principalmente en dos principios: el costo de oportunidad, de una opción frente a otras, así como preferencias individuales. El gráfico a continuación muestra la población asalariada por características de empleo (estabilidad, pago de aguinaldos y aportes a las Administradoras de Fondos de Pensiones) y no asalariada, de acuerdo a las preferencias entre ser asalariados, y por tanto potencialmente cubiertos por la legislación laboral vigente, o ser más bien independientes.

Poblacion Ocupada Urbana: Preferencia de Tipo de Ocupacion Laboral
(Trabajadores de 14 o mas años de edad)
independiente
Fuente: Elaboración propia en base a información de la Encuesta de Hogares 2005.
Nota: La población ocupada con estabilidad laboral corresponde a:
i) obreros y empleados que declararon contar con ítem en sus fuentes laborales;
ii) obreros y empleados que aunque no firmaron contratos trabajan al menos 20 horas por semana y reciben aguinaldo
(excluyendo a los que se encuentran enagricultura y pesca);
iii) trabajadores asalariados del magisterio público, de la salud pública y seguridad social, de las fuerzas armadas y policía
y de las empresas públicas;
iv) patrones, socios o empleadores asalariados cuya fuente laboral cuenta con Número de Identificación Tributario (NIT); y
v) empleados del hogar que reciben aguinaldo y trabajan al menos 20 horas por semana.

La clasificación realizada destaca la alta proporción de trabajadores no asalariados1que prefieren ser independientes, 72%. Empero, los asalariados desean también, en un porcentaje importante, no tener una relación de dependencia laboral. De éstos últimos, llama la atención que el 46% de aquellos considerados estables optarían por cambiar de «tipo de ocupación» si tuvieran la posibilidad de hacerlo, y que de los que cuentan tanto con empleos estables, como con aguinaldo y aportes a las AFP, el 41% de igual manera preferiría desempeñarse como independiente.

La anterior información lleva a formular varias preguntas ¿A qué se debe la alta preferencia por trabajos independientes? ¿Por qué, de poder elegir, el 62% de la población ocupada no optaría por un empleo asalariado? Para responder a estos cuestionamientos es necesario conocer mejor los beneficios y costos asociados. La elección de un empleo no asalariado implica una situación en la que el trabajador no se verá potencialmente cubierto por el paraguas de la normativa laboral, haciendo referencia a un «trabajo digno, con remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure para sí y su familia una existencia digna, y una fuente laboral estable, en condiciones equitativas y satisfactorias»; puntos que son tratados en la Constitución Política del Estado. Sin embargo, puede significar mayores grados de libertad para usufructuar directamente los retornos del esfuerzo laboral e impagos de contribuciones sociales.

La predilección por las ocupaciones independientes lleva a pensar además que en el área urbana del país existe una alta insatisfacción laboral, pudiendo ser explicada por la situación contractual de cada trabajador; donde la protección de la norma en términos de bonos, seguridad social y otros puede más bien reflejar mayores costos al trabajador. En adición, la valorización del trabajo parece, en muchos casos, baja (Blanco,1991)2.

En este marco, pareciera que la legislación laboral no es plenamente percibida como la mejor opción por muchos trabajadores; quienes analizando pros y contras de estar bajo las alas de la norma, de poder elegir no lo estarían. Una pregunta más se genera en la mente: Si más de la mitad de la población prefiere ser independiente y no estar potencialmente sujeta a la regulación laboral ¿Qué es lo que está fallando?


[1] La categoría de no asalariados agrupa a los trabajadores cuenta-propias, patrones, socios o empleadores que no-reciben salarios, cooperativistas de producción y trabajadores familiares o aprendices sin remuneración.
[2] Blanco Fernando (1991). Insatisfacción, Conflicto y Relaciones Laborales en Bolivia. Tesis para la Obtención del Grado Académico de Licenciatura. Universidad Católica Boliviana San Pablo.
* Investigadora Junior del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (INESAD). La autora recibirá con mucho gusto cualquier comentario sobre el artículo, que puede ser enviado al siguiente correo electrónico: aylin963@hotmail.com.

 

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