Metas de Inflación en Bolivia

LC_Jemio.La semana pasada, el Banco Central de Bolivia realizó una jornada de reflexión y discusión sobre «Las Metas de Inflación en una Economía Dolarizada».

La denominada «Metas de Inflación» (MI) es un esquema para la conducción de la política monetaria caracterizada por: i) el anuncio público de una tasa objetivo cuantitativa oficial (o rango objetivo) para la inflación para uno o más períodos, y por el reconocimiento explícito que una inflación baja y estable es el objetivo principal de largo plazo de la política monetaria; y ii) por los esfuerzos vigorosos para comunicar al público los planes y objetivos de las autoridades monetarias, y en algunos casos, los mecanismos que fortalecen la responsabilidad del Banco Central para lograr esos objetivos.

MI ha sido adoptado en los últimos años por varios países como marco conceptual para la conducción de la política monetaria. Al abandonar regímenes cambiarios híbridos al final de los 90s, la adopción de regímenes flexibles dejó a MI como la principal y más efectiva alternativa para anclar la política monetaria y controlar la inflación. La adopción de MI y tipos de cambio flexibles se convirtió en la alternativa a la dolarización adoptadas por algunos países (Ecuador, El Salvador, Guatemala).

Durante muchos años se debatió sobre la conveniencia de aplicar reglas o discreción en la conducción de la política monetaria. MI opera dentro de un esquema de «discreción restringida», en la que los objetivos generales y tácticas del Banco Central—aunque no sus acciones específicas—son comprometidas desde un principio. El Banco Central no está obligado a elegir entre alternativas extremas de reglas puras y discreción total. MI es una alternativa intermedia. Se aplican reglas en la medida que el la autoridad monetaria fija una meta para la tasa de inflación. El Banco Central puede manejar los instrumentos de política monetaria para garantizar el logro de la tasa de inflación anunciada. MI impone una estructura conceptual y una disciplina inherente sobre el Banco Central, pero sin eliminar toda la flexibilidad.

Los requisitos fundamentales para la conducción exitosa de una política monetaria basada en MI son varios:

Debe existir la capacidad para manejar la política monetaria en forma independiente, lo que implica que debe existir ausencia de dominio fiscal en la determinación de la política monetaria. Esto es particularmente importante en las economías en desarrollo con antecedentes fiscales pobres. Para también es crucial que exista una independencia formal del Banco Central.

Debe existir ausencia de conflicto de la meta de inflación con otras metas nominales u objetivos de política, como es el caso del tipo de cambio o las tasas de interés. El objetivo de inflación debe ser el principal objetivo de la política monetaria.

Debe existir transparencia y responsabilidad (accountability) por parte del Banco Central con referencia al logro de la meta de inflación propuesta y a las políticas a ser aplicadas para alcanzar la meta.

Existen otras condiciones referida a la capacidad técnica que debe tener y desarrollar el Banco Central para conducir la política monetaria dentro del esquema de MI, como ser disponer de la capacidad técnica para entender y modelar los mecanismos de transmisión monetarios; y disponer de un conjunto de criterios para utilizar instrumentos de política para mantener a la economía en regla para alcanzar la meta (regla de política) y el uso efectivo y oportuno de instrumentos de política, haciendo uso pleno e irrestricto de los mismos para alcanzar la meta (discreción).

¿Están dadas las condiciones para aplicar MI en Bolivia?

Bolivia ha podido mantener la estabilidad de precios a partir de la aplicación del plan de estabilización de 1985. Dicha estabilidad se vería fortalecida con la aplicación de un esquema de MI.

Han existido diversas restricciones macroeconómicas que han impedido la aplicación de un esquema de MI. En primer lugar, la elevada dolarización de los activos y pasivos del sistema financiero ha impedido que el país pueda adoptar un esquema cambiario más flexible, lo cual se constituye en una condición fundamental para la aplicación de un esquema de MI. Sin embargo, de observa en los últimos meses una tendencia hacia una caída en el grado de dolarización del sistema financiero. A esto ha contribuido la continua apreciación del boliviano con respecto al dólar americano observada en los últimos años, además del incremento en el margen entre los tipos de cambio de compra y de venta, lo cual ha hecho que la moneda nacional y el dólar dejen de ser sustitutos perfectos. Un menor grado de dolarización del sistema financiero y de la economía en su conjunto, permitiría adoptar esquemas cambiarios más flexibles, lo cual facilitaría la aplicación de un esquema de MI.

Segundo, el elevado déficit fiscal hacía que los créditos de liquidez que otorgaba el Banco Central para financiarlo establecían un grado importante de dominio fiscal sobre la conducción de la política monetaria. Sin embargo, la drástica reducción del déficit observada en los últimos años ha reducido significativamente esta restricción.

Finalmente, con referencia a las condiciones institucionales, en el país existe independencia formal del Banco Central desde la década de los 90, lo cual, como se mencionó anteriormente, es un requisito fundamental para la aplicación de MI.

Si bien las condiciones para la aplicación en Bolivia de un esquema de MI parecen propicias en la actual coyuntura, se deben tomar en cuenta los efectos distributivos que su aplicación podría producir. Por ejemplo, no es conveniente acelerar la tasa de apreciación o seguir incrementando el margen entre los tipos de cambio de compra y venta, ya que esta política incide en forma negativa en los ingresos del sector productor de bienes transables, en el de los hogares que reciben remesas del exterior, y en los depositantes, que aún tienen un elevado volumen de sus depósitos en denominados en dólares. Como contraparte, el sector que se viene beneficiando con este tipo de política es el sector bancario, que ha visto incrementados sus ingresos por conceptos de diferenciales cambiarias. Por lo tanto, la aplicación de este esquema de MI debe realizarse en forma gradual, tomando en cuenta estos efectos y asegurando que ésta es comprendida y aceptada por los agentes económicos.


(*) Investigador del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo, La Paz, Bolivia. El autor felizmente recibe comentarios a: lcjemio@grupointegral.bo.


 

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