Reflexiones sobre el Cambio Institucional

La Teoría Institucional es un ámbito de estudio antiguo, pero en los tiempos modernos gana pertinencia porque aborda un ítem olvidado por la escuela neoclásica y también por las corrientes Keynesianas o Monetaristas sobre los fenómenos económicos. El ámbito de estudio de la Teoría Institucional es el de la organización institucional de los aspectos económicos, de mercados y sociedades, y las razones por las cuales se da el «Cambio Institucional».

La Teoría Institucional parte de un descontento con el tipo de análisis de la teoría neoclásica, sobre todo de la tradicional, con la orientación al estudio de fenómenos macroeconómicos, así como con relación con la extrema simplificación de los modelos a través de supuestos (ceteris paribus, información perfecta, etc.), aspecto que los dota de abstracción y poca utilidad en el mundo real. La Teoría Institucional, sin embargo, no apunta a sustituir el enfoque de las escuelas existentes, sino a complementarlo, utilizando para ello la misma lógica de maximización de utilidades, pero esta vez ampliada hacia las decisiones colectivas. En este enfoque, la maximización social no resulta sólo de la suma de las decisiones de maximización individuales, sino de decisiones colectivas que buscan maximizar la utilidad social de las instituciones.

¿Cuándo una norma o regla (es decir una institución) no es eficiente y debería ser cambiada? Pues simplemente cuando genera altos costos de transacción. El costo de transacción se entiende como el tiempo, esfuerzo y recursos dedicados por los agentes a informarse, negociar las transacciones y vigilar el cumplimiento de los acuerdos una vez logrados. Entonces si es que se entiende que en Bolivia, como en todo el mundo, las personas poseen una racionalidad limitada, es decir una capacidad limitada de procesamiento de la información y cálculo para sus transacciones, se entiende que se encuentran en un mundo de altísimos costos de transacción.

Además, como la búsqueda de información para realizar una transacción es costosa (altos costos de transacción) el ejercicio de maximización estratégica, sujeto a incertidumbre desconocimientos e ignorancia resulta altamente costoso. Es por eso que el cambio institucional es relevante, porque busca moldear instituciones eficientes que reduzcan los costos de transacción.

El cambio institucional se entiende entonces como un esfuerzo por ganar eficiencia en sentido de reducir los costos de transacción. El análisis de la teoría institucional al concentrarse en los procesos y resultados del cambio institucional, aporta al mejor conocimiento del papel que desempeña la organización institucional en el desarrollo de las actividades económicas. El esfuerzo se concentra en determinar la mayor o menor eficiencia de los marcos institucionales para lograr disminuir los costos de transacción.

En la mayor parte de los casos, los autores sitúan las decisiones sobre la creación y cambio de marcos institucionales en el ámbito de decisiones colectivas. Los ámbitos de aplicación de estos principios son amplios, por ejemplo pueden ser el de una junta de vecinos que decide cambiar sus estatutos por que en el uso no demostraron eficiencia, o puede darse en el seno de las empresas, en decisiones consensuadas entre los socios o propietarios –ojalá con los trabajadores-, y finalmente puede darse también en los estados, y ser resultado de decisiones legislativas consensuadas o mayoritarias adoptadas por los miembros del gobierno, parlamento u otro organismo político institucionalizado. En estos procesos rige un principio fundamental, el cual es de que a través del uso de la norma, se ha mostrado que ésta no es eficiente y entonces existe la necesidad de ajustarla o cambiarla.

Al parecer, el cambio institucional en Bolivia no cumple con estos requisitos, ni apunta a lograr el fin de reducir los costos de transacción. El mayor ejemplo de los últimos años fue la creación de una Nueva Constitución Política del Estado, donde finalmente la decisión colectiva fue reemplazada por decisiones políticas… y no es que esto esté mal, puesto que la Democracia en Bolivia es representativa, el problema es que se cambiaron –algunas- instituciones, pero no con un criterio de búsqueda de eficiencia. Estos y otros fenómenos merecen, por tanto, un estudio más profundo desde el punto de vista económico institucional y ajustado a la realidad en Bolivia.

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* Investigadora Senior del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (INESAD). La autora recibirá con mucho gusto cualquier comentario sobre el artículo, que puede ser enviado al siguiente correo electrónico: kathlenlizarraga@hotmail.com.